martes, 13 de agosto de 2013

esta noche...

Esta noche, será la última vez que te diga te amo…
Esta noche, será mi última “buenas noches”, deseando verte mañana.
Será la última vez que agote una tarde entera esperando por la llamada que nunca sonó en mi teléfono.
Mañana, será el último día en que te veré y te diré por última vez, cuanto te amo.

Hoy, hubiese querido ser en tu vida, algo más que un instante, algo más que una sombra y algo más que un quizá.

Me rehúso a pensar que no puedo hacerte feliz, pero tú a mí sí.
Ya no quiero darte culpas, por no corresponderme, por no poder estar a mi lado,
No quiero seguir siendo parte del daño que te han hecho los amores, descuidados y poco correspondidos, no quiero ser parte de la lista negra de tus amores perdidos.

Esta noche me he dado cuenta de que siempre te he querido en ausencia, en distintas soledades, a veces por días, a veces por meses, algunas otras por horas y una vez por años, pero siempre intermitente, nunca constante, nunca coherente.
Ayer, te esperé, te creí, anhelaba tus labios, un día, una hora, un minuto,
Y  esos labios siempre llegaban y te besaba, aferrado a mi locura, amando un ideal una estrella fugaz.

Que quede claro, siempre estuve aquí, por si acaso decidías amarme, por lo menos quererme, por si necesitabas compañía, por si necesitabas un abrazo, o un hombro para sollozar. Yo sé que mi estancia aquí no fue suficiente, nunca lo ha sido, nunca encontré las palabras, las canciones, los detalles, no sé si no te abrazaba lo suficientemente fuerte o lo hacía con demasiada fuerza, sé que no bastó, o quizá simplemente tuviste miedo.

Esta noche te diré que te pensé como nunca, que divagué y me perdí en tu silencio de siempre,
Y mañana será el día, ya no habrá despertarme y darte los buenos días, no habrá un te amo, disfrazado de un te quiero mucho.

Estoy seguro que nunca alcancé a confesar que siempre me has hecho temblar, pero estoy seguro que no ha sido necesario, pues en muchas ocasiones lo has de haber sentido, estoy seguro que nunca alcancé a decirte que amo tu mirada, amo cada roce  sin intención de tus labios, pero estoy seguro que no fue necesario decirlo, pues me mirabas con la misma mirada, y esos roces eran más que intencionales.

Esta noche he decidido quitarte un peso de encima, ya no pienses más en qué decirme o cómo hacer para que te entienda, que no me quieres por igual, sino que me quieres mucho más y por esa razón no podemos estar juntos, no sé si te vuelva a ver jamás, así que cierra los ojos y abre el corazón,  sólo me queda decirte adiós…


…Esta noche, tan sólo quedan en mis labios el sabor de tu recuerdo…

R.A.C.O.